jueves, 24 de febrero de 2011

EL FERROCARRIL DEL UROLA



Nuestra afición por lo trenes se ha hecho notar en diversos comentarios de paisajessincobertura. Y es que, el tren, es uno de los elementos de utilidad pública  de mayor raigambre. Gracias al mismo los pueblos progresaron : económica, cultural y socialmente.
Siguieron a estos otros medios de transporte que dieron lugar a que poco a poco se fuera relegando al tren, -a excepción de los de gran recorrido-, para dejar a los secundarios en vía muerta, y convertirlos en recuerdo de un pasado, o como reclamo turístico.


Pero sucede, que el propio progreso hace cada vez más difícil el transporte de mercancías por carretera, ya que el volumen de los trailers y camiones unido a las velocidades actuales,  propician cierta inseguridad a los que viajan en coche, sobre todo cuando se circula en carreteras estrechas.  
Quizá sea por la inseguridad,  o por la tranquilidad de que diversas mercancías vayan por zonas alejadas del centro de las ciudades, sea como fuere, lo cierto es que  se oyen voces que hablan de recuperar trenes que no hace mucho tiempo traqueteaban por las vías a su paso por los pueblos. Es el caso del Ferrocarril del Urola.


En 1986 se hablaba del cierre definitivo del FC. del Urola. Y desde diversos medios se defendió con mayor o menor ahínco la permanencia del mismo.

“No es que queramos crear polémica  sobre un tren que se vislumbra el final del mismo. Pero puesto a contar su historia no podemos silenciar aunque sea por una vez, la pena que nos produce este hecho. Los motivos económicos, aun siendo muy válidos, no nos parecen suficientes para que se elimine un tren, máxime cuando éste hace un recorrido a través de paisajes que para sí quisieran los inventores de la goma de mascar. No es que digamos nada nuevo si apuntamos la idea de promocionarlo para el turismo –por decir algo- porque seguir insistiendo sobre la validez de transporte público, sería repetir lo que otros en su día proclamaron.
Hoy día que tanto se habla de la preocupación por el Medio Ambiente, no estaría de más si, en los planteamientos que se expusieran sobre este tema, se considerara la oportunidad de dejar el F.C. del Urola como medio de transporte no contaminante.

¿Es posible aún?...o todo está consumado.”
 (Recogido del Boletín Informativo del  C.O.D.G 1986.)

Y…estaba consumado.

El ferrocarril que había sido inaugurado  en San Sebastián, el día 22 de febrero de 1926  por su majestad D. Alfonso  XIII, cesaba   su explotación en el otoño de 1986, para cerrar definitivamente el 2 de Febrero de 1988, siendo entonces desmanteladas las vías y catenaria, que se volvieron a instalar en un tramo de 10 km para dar servicio al tren de vapor del Museo Vasco del Ferrocarril. Sus cocheras y talleres pasaron a ser la sede de dicho museo, que rehizo 5 Km. del trazado, entre Azpeitia y Lasao, sin electrificar para dar paseos con el material rodante.



Historia

Fue el último en construirse y completó la intrincada red de ferrocarriles de Gipuzkoa. Años atrás se construyeron: Irimo 1889, Plazaola 1914, Bidasoa 1916, Vasco Navarro 1919/1927 . Al igual que muchas de  estas otras líneas, el Urola supuso todo un reto para la ingeniería de la época. La diferencia de este ferrocarril con los demás es que partió de la iniciativa pública.
En 1883 hay una idea para unir con el ferrocarril las localidades de Zumaia y Getaria. Esta idea pronto quedo apartada tras plantearse la línea de tren entre las localidades de Zumárraga  y Zumaia. Con este ambicioso proyecto se pretendía unir la estación de los ferrocarriles vascongados de Zumaia , con la estación de Zumárraga, propiedad de los Ferrocarriles del Norte. Facilitando por una parte el transporte de pasajeros en la parte alta de la cuenca, con una difícil comunicación  realizado hasta el momento por diligencias y, a su vez, mejorando el transporte de mercancías, -en su mayoría cementos- producidos en la parte baja del Urola y permitiéndoles su salida hasta el cercano puerto de Zumaia, en aquella época en pleno auge.


Con estos planes sobre la mesa y enterada la compañía del ferrocarril Anglo Vasco-Navarro, presentó un proyecto para unir mediante túnel la estación de Mekolalde en Bergara y la de Aizpurutxo en Azkoitia. Esta idea fue desechada al no cumplir la premisa de llegar hasta la estación de Zumárraga, importante nudo de comunicaciones.

En  1908 se promulga la Ley de Ferrocarriles secundarios y estratégicos con garantía de interés, incluyéndose en el plan de los garantizados el ferrocarril de Zumárraga a Zumaya.
En el año 1910 la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados recientemente constituida por la fusión de las Compañías de Bilbao a Durango, Durango a Zumárraga y Elgoibar a San Sebastián, encomendaron   la redacción del proyecto de este ferrocarril con el fin de solicitar la concesión, al Ingeniero Alonso Zabala.



Aprobado el proyecto después de una larga tramitación, en el año 1915 se celebró la subasta para otorgar su concesión, que quedó desierta por no presentarse ningún licitador.
Se suponía fundamentalmente que la ausencia de licitadores obedecía a influencias del presupuesto aprobado, pues redactado el proyecto con los precios unitarios que regía en el año 1910, eran evidentemente insuficientes en 1915 en que se verificó la subasta, por el alza extraordinaria que había experimentado por causa de la guerra europea.
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La Diputación de Guipúzcoa, siempre siguió con el mayor interés todo lo referente a este ferrocarril, era el único que faltaba construir para completar la red guipuzcoana; el del Urola era el único valle de importancia de la provincia que no estaba servido por ferrocarril; pueblos como Azpeitia y Azcoitia, servicios públicos como el de las Aguas de Cestona, lugares de devoción universal como el del Santuario de Loyola, carecían de este medio de transporte, y la Diputación de Guipuzcoa hizo siempre toda clase de esfuerzos y ofreció importantes auxilios a quien se decidiera a construir el ferrocarril.


Al quedar desierta la subasta, comprendió la Diputación que si no intervenía directamente se perdería toda esperanza de que el ferrocarril llegara a construirse, y entonces acudió a la superioridad pidiendo se le autorizara a redactar un presupuesto del ferrocarril basado en el proyecto aprobado, pero con los nuevos precios unitarios y que se reformara la fórmula de explotación. No fue fácil de conseguir tal autorización, pero se obtuvo ante la promesa de que la subasta que se celebrara no quedaría desierta.


El coste total de la línea  incluido explanación, túneles, puentes, catenaria, estaciones, material móvil, etc…. ascendió a la cantidad de 25 millones de pesetas de aquella época, triplicando la cantidad inicialmente presupuestada.
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Se colocó la primera piedra el 27 de junio de 1921 en Azpeitia y a partir de aquí se iniciaron las obras en los siete tramos en los que se dividió el proyecto.

El 22 de febrero de  1926, bendecido por el prelado de la diócesis Zacarías Martínez conjuntamente con el párroco y resto de la curia de la parroquia de Zumárraga y tras discursos  del mismo Prelado, del Diputado Señor Lafitte , del Jefe de Estado Primo de Rivera,  y  con la presencia del rey Alfonso XIII, quedó oficialmente inaugurado el Ferrocarril del Urola.

A partir de entonces Gipuzkoa contó con una red de 352 km de ferrocarril, lo que suponía 196 metros/km cuadrado, solo superados  en Europa por Bélgica con 281 mts/km cuadrado, con la salvedad de que su territorio es casi llano, o dicho de otra forma superados solo por Francia si comparamos la relación entre kilómetros de vía y el número de habitantes.


Datos generales:

-Casi desde su inicio fue deficitario a excepción de los años  1928, 1930, 1946 y 1947, aunque la Diputación decidió mantenerlo por ser un bien social.
-Durante la guerra se utilizó para trasladar material militar desde Zumarraga hasta San Sebastián  por estar volado el viaducto de Ormaiztegi  y no poder realizarlo por la vía del Ferrocarril del Norte.
-Sufrió un importante accidente por un desprendimiento de rocas en el tramo Zestoa-Iraeta.
-Ya en la época de los 70 su declive se agudizó, con la caída del transporte de mercancías  y el aumento de pasajeros en los autobuses con mejores y más frecuentes combinaciones.
-El 14 de julio de 1986 dos años más tarde de su transferencia  al Gobierno Vasco el tren partió  a las 20:09 horas por última vez desde Azpeitia hasta Zumaia y a las 21:10 horas realizó el último recorrido ida y vuelta Azpeitia-Azkoitia.


-Entre los años 1986 y 1987 inexplicablemente se realizaron trabajos por importe de 300 millones para cambios de tramos de vía, balasto etc.cuando ya nunca más volvió a circular el tren.
-El 5 de febrero de 1988 el Gobierno Vasco clausuró definitivamente el Urola, desmantelando toda la vía , cerrando estaciones, desguazando el material móvil y desmontando algunos tramos de puentes entre Azkoitia y Urretxu.


Noticias esperanzadoras.

1.-El Gobierno Vasco estudia reabrir los 17 kilómetros de trazado ferroviario entre Azpeitia y Zumaia .

Lo que hace 24 años era algo insostenible, poco rentable y falto de sentido por la pujanza de las carreteras, hoy es el posible antídoto ante la saturación de la red vial. El Gobierno vasco y Euskotren estudian la posibilidad de volver a poner en funcionamiento el tren del Urola en su tramo entre Azpeitia y Zumaia, 17 kilómetros que serpentean el tradicional valle fabril.



2.- La recuperación del tren se plantea como la solución al colapso de la red vial.
En 1926, se inauguró una línea que dotaría a los vecinos de la vega del Urola de un sistema de comunicación rápido, cómodo y moderno. De hecho, el ferrocarril se convirtió en el primer tren de tracción eléctrica de España y supuso la última obra ferroviaria en Euskadi antes de que comenzaran las inversiones del Metro de Bilbao y de la Y vasca. Los 34,4 kilómetros que se detenían en 15 estaciones en un trayecto de 70 minutos. Un servicio que dio trabajo a casi 200 personas. Sin embargo, las flamantes carreteras suponían un reclamo cada vez más atractivo para los ciudadanos y para las empresas de la zona. De las 55.000 toneladas anuales que los trenes transportaron en los periodos más álgidos, se pasó a las 2.000 de los últimos años. Pese al rechazo popular, el tren del Urola se caló.


Sin embargo, las necesidades y los objetivos han variado. Ahora el Departamento de Transportes y Obras Públicas pretende que el renovado tren del Urola sea apto tanto para pasajeros, como para mercancías en sus 17 kilómetros de recorrido. El informe de viabilidad está en marcha; si el dictamen es positivo habrá que dar otros pasos, como el análisis de su impacto medioambiental. La recuperación del tren del Urola permitiría descongestionar las en su momento aplaudidas carreteras de 80.000 camiones al año, 40.000 de ellos en Guipúzcoa, muchos de los cuales recorren el camino que lleva del puerto de Zumaia a las acerías de Azpeitia cargados de chatarra.


Para rehabilitar la que en los años 20 fue una obra pionera se deberían remodelar seis estaciones -la mayoría de ellas diseñadas por el arquitecto Ramón Cortázar-, ya que muchas se encuentran en la actualidad abandonadas.
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Que así sea.


Fuente de información:
El Ferrocarríl del Urola 1926-1936 
Autores: Ignacio Arteche Elejalde, Lourdes Oyarbide y Juanjo Olaizola Elordi.
Fecha : noviembre 2002
Edita : Ayuntamiento de Azpeitia.
Ferrocarril. Revista Técnica. Ao II-Nº 16 - 1982. Edita ITC
"El gobierno vasco estudia..."13.12.2010. Fernando Segura.San Sebastián Diario Vasco.com 15 años-urte.
"El Urola al final del túnel" EL PAIS.com. Reportaje 09.01.2011.